Acostarse con una capacidad de gasto y levantarse con otra. Es lo que les pasó este viernes a los turistas británicos que están en Menorca o que tienen previsto viajar en los próximos días. El resultado del referéndum supuso durante el día de ayer un gran terremoto en los mercados, lo que arrastró la libra a una devaluación histórica que, gracias al anuncio de inyecciones económicas por parte de los bancos centrales, quedó estabilizada en el 6,3 por ciento en relación al euro, que tampoco se escapó de las caídas, aunque menos pronunciadas.
La consecuencia más inmediata de esa depreciación de la moneda británica es que aquellos turistas que no venían con todo el dinero para sus gastos en euros vieron como, al ir al cajero y sacar efectivo, su dinero ya no valía lo mismo que el día anterior. Los efectos de esos cambios repentinos se podrían dejar notar en el desembolso que llevan a cabo los visitantes británicos en Menorca.
El mercado británico es el que más aporte económico realiza en Menorca. En 2015 su desembolso superó los 364 millones de euros. Solo aplicando la caída del valor de la libra, ese mismo gasto supondría al cambio casi 22 millones de euros menos para la Isla.