La Junta de Caixers i Caixeres de Sant Lluís -esta es la nueva denominación oficial del organismo- ha castigado el hecho de que tres cavallers participaran como jinetes locales en la qualcada de año pasado, cuando en realidad no podían hacerlo puesto que habían cambiado de residencia de municipio y no lo habían comunicado a la Junta.
Por ello, la Junta ha sancionado a los dos cavallers con no poder participar este año en los actos tradicionales de las fiestas patronales dedicadas al santo Lluís IX, rey de Francia, según ha informado la concejala de Fiestas Llúvia Juncadella.
Por otra parte, el pleno de Sant Lluís aprobará en la sesión de este jueves por la tarde, salvo que surja algún contratiempo, la propuesta de la concejala Llúvia Juncadella sobre la derogación y nueva aprobación de los estatutos de la Junta de Caixers i Caixeres de Sant Lluís y de los Protocolos de las fiestas patronales del municipio, que entrarán en vigor el próximo año.
Renovación
La propuesta de renovación de los estatutos y protocolos de las fiestas patronales por parte de un 'cavaller' fue tratada en un asamblea de caixers i cavallers del municipio que entre el 13 de abril y el 6 de mayo pudieron realizar las aportaciones que considerasen oportunas para corregir y mejorar el funcionamiento de los actos tradicionales.
El 24 de mayo, la Asamblea aprobó por unanimidad la nueva redacción de los estatutos y protocolos que, posteriormente, fue avalada por la Junta de Caixers i Caixeres.
Uno de los cambios que se aplicará a partir de las fiestas patronales del próximo año será que el alcalde o alcaldesa podrá invitar a dos cavallers -ahora puede invitar hasta tres- de otros municipios. Además, en el caso de que el alcalde no sea el 'caixer batle', les corresponderá la invitación de un cavaller a cada uno de ellos. Además, el caixer casat y el caixer fadrí también podrán invitar cada uno de ellos a un cavaller foráneo.
Los nuevos protocolos también incluyen un estricto cumplimiento del recorrido de la qualcada por las diferentes calles de la población, en el momento en que los caixers i cavallers se va incorporando a la cabalgata. Esta medida pretende evitar episodios como el del año pasado en que un cavaller -que posteriormente se disculpó por ello- se desmarcó de la cabalgata y realizó algunos bots en el tramo del Cós frente a la iglesia y ayuntamiento.
Asimismo, a partir de 2017 los cavallers que repartan el aigua-ros en los domicilios, una vez finalizado el jaleo i la beguda del domingo, podrán hacerlo sin límite de tiempo.
Otra de las novedades que se pretende introducir es que todos los caixers i cavallers del municipio luzcan en la solapa del traje el escudo de Sant Lluís, cuando ahora solo lo llevan algunos de ellos y por iniciativa personal.