El Hospital Mateu Orfila ha atendido en lo que va de año 14.243 pacientes en el Servicio de Urgencias, 2.811 de ellos el pasado julio, mes punta de trabajo junto con agosto, que en 2015 llegó a las 2.950 consultas. Casi un 70 por ciento de esas asistencias médicas correspondían a patologías de los niveles más leves (IV y V), es decir, podían haber sido resueltas en los centros de Atención Primaria, sin embargo, los pacientes decidieron acudir al hospital.
Una de las mejoras pactadas por la gerencia del hospital y el equipo de Urgencias, la consulta rápida, ha servido para atender a esos pacientes más leves y que no requieren pruebas complementarias, ayudando a descongestionar las esperas y a agilizar la atención. Los casos de patologías de nivel I, II y III, es decir, aquellos que deben atenderse solo en centro hospitalario, representan alrededor de un 30 por ciento del total, según la estadística del Área de Salud de estos primeros siete meses del año.
De enero a julio de 2016 los pacientes de Urgencias han aumentad en 928 consultas, con subidas en todos los meses salvo febrero y con un repunte de actividad que comienza en mayo, con la temporada turística, y que se prolonga todo el verano.
Reestructuración
Seis meses después de la reorganización de las Urgencias del hospital, acordada entre gerencia y equipo médico tras un conflicto laboral, la valoración por ambas partes es positiva. El jefe del Servicio, el médico Bernardo Pax, valora de forma positiva «que se haya garantizado un equipo de cinco facultativos durante las mañanas, de manera que la dinámica ha sido más eficaz y se ha podido trabajar mejor», asegura.
También resalta el refuerzo de un médico para la consulta rápida que se ha puesto entre las 17 y las 24 horas los días laborables y de 12 a 24 horas los fines de semana y festivos «coincidiendo con la franja horaria de máxima demanda asistencial en verano».
La consulta rápida se puso en marcha el pasado mes de marzo y en las últimas semanas «se está atendiendo una medida de 30 pacientes cada día», señala el jefe de Urgencias. «Hasta ahora ha funcionado bien y es ahora en verano cuando detectamos que podemos sacarle provecho, ya que es un servicio especialmente pensado para cuando se registran pacientes con patologías menores, que podrían ser atendidos en otros niveles asistenciales», declara.
Hay otros dos puntos del acuerdo que aún no se han puesto en marcha y que deberán esperar al otoño o invierno y son la habilitación de una unidad de corta estancia y la sala de butacas. «Se han dado pasos a nivel interno», apunta Pax, «pero se prevé implementarlas después del verano ya que, en este momento, toca estar centrados únicamente en el trabajo asistencial».
Por parte del gerente del Área de Salud de Menorca, Antoni Gómez Arbona, también se considera que «las adaptaciones realizadas este año en el servicio están funcionando». Destaca el gerente que este verano hay cinco médicos en horario de mañana y cuatro por las tardes y noches, en comparación con el verano pasado, cuando eran 3-4 facultativos en horario matutino y tres por las tardes y noches. Además, recalca Gómez, que el equipo de Urgencias cuenta con el apoyo de un médico residente en cada turno.