Santiago Tadeo no ha esperado a que pasara el verano para arreglar el pinchazo sufrido en julio con la dimisión de Juanjo Pons de todos sus cargos en el partido. La salida del número dos del PP-Menorca, justificada en razones laborales y personales, unida a la prolongada sensación de vacío en la dirección regional, la incertidumbre sobre el nuevo liderazgo y los sucesivos retrasos en el calendario de congresos habían dibujado un panorama de pesimismo entre la militancia, que solo se ha contrarrestado con la mejora en los resultados obtenidos en las elecciones generales de junio.
El presidente insular ha evitado que se prorrogara el vacío de la secretaría general y ha optado por Asunción Pons Fullana, quien, desde su punto de vista, cumple con la energía y la experiencia necesarias exigidas para el número dos y una militancia de más de treinta años, que implican compromiso con los planteamientos y la línea del PP. De hecho, ya ha desempeñado la secretaría general de la Junta Local de Ciutadella entre 1990 y 1994.
Además de esa trayectoria, durante los cuatro años de la pasada legislatura fue diputada autonómica. En el Parlament de las Islas ha sido portavoz de su grupo en la Comisión de Economía y presidenta de la Comisión de Asuntos Sociales y Derechos Humanos, además de participar en diversas ponencias.
Después de darse a conocer su nombramiento, este lunes por la noche, se dirigió a la Junta para expresar su agradecimiento por la confianza recibida y prometer dedicación y trabajo en el nuevo cometido.
El nombre de Pons Fullana aparecía como primera opción, dado que por criterios de equilibrio territorial el cargo había de recaer en un afiliado de Ciutadella. Algunas fuentes del partido habían sugerido como alternativa a Adolfo Vilafranca, actual conseller y, en la pasada legislatura, director insular de la Conselleria de Servicios Generales, pero sin trayectoria en cargos orgánicos.
A la Junta insular ha asistido también el secretario regional del PP, Sebastià Sagreras, con el fin de dar a conocer la agenda a desarrollar por las distintas juntas locales, el grupo popular del Consell y el grupo parlamentario con el fin de incrementar la actividad política de la oposición en las distintas administraciones y llevar a cabo una mayor fiscalización de las tareas de gobierno.
En ese cometido se ha centrado precisamente el presidente Santiago Tadeo al describir el pasado año político como un año de paralización de la actividad o proyectos que había dejado en marcha el PP en los respectivos gobiernos.