"Es una primera toma de contacto con la Iglesia menorquina con el objetivo de conocer a los sacerdotes de la diócesis y organizar la ordenación y toma de posesión, que se celebrará el próximo 7 de enero en la Catedral de Ciutadella. Me he sentido muy bien acogido y he hallado inquietud y ganas de trabajar en la difusión de los valores cristianos y el Evangelio". Con estas declaraciones ha resumido el obispo electo de Menorca, Francesc Conesa Ferrer (Elche, 1961) la visita que ha realizado a Menorca.
Acompañado por el administrador diocesano, Gerard Villalonga, al frente de la Iglesia de Menorca durante la actual etapa de sede vacante, el nuevo pastor y responsable de la sede episcopal de Severo visitó este martes la Catedral, el Seminario y Cal Bisbe, donde mantuvo un primer encuentro con el Colegio de Consultores.
Durante la jornada de este miércoles ha proseguido su actividad en con una visita a El Toro, donde, con los sacerdotes diocesanos, ha orado ante la Virgen de Monte Toro, patrona de Menorca.
Francesc Conesa, doctor en Teología y Filosofía, ha combinado el trabajo intelectual con la actividad pastoral. Experto en la obra de San Agustín, explica que "ser pastor es 'oficio de amor, y con esta actitud deseo ejercer mi ministerio entre vosotros".
"El Año Santo que estamos viviendo nos está ofreciendo la oportunidad de contemplar el misterio de la misericordia de Dios y, de esta manera, comprender que el amor, el perdón y la generosidad de corazón son claves para la existencia de cualquier cristiano y muy especialmente del sacerdote", ha explicado.