Las cifras de perros y gatos que mueren en los centros de acogida de Maó y Ciutadella han bajado a cifras mínimas desde 2011. Si entonces se sacrificaron 233 animales, 157 perros y 76 gatos, el año pasado fueron solo 33, como muestran los datos sobre los movimientos de animales en las perreras que el Consell ha proporcionado a las protectoras.
Esto significa una bajada de casi el 86 por ciento en las eutanasias. La mayor parte se realizaron en Maó, que registra una mayor entrada de animales y donde se ha pasado de 118 sacrificios de perros en 2011 a 12 en 2015. En Ciutadella la cifra ha bajado de 39 a ocho sacrificios. Las muertes de los gatos siguen la misma tendencia, aunque son minoría en los centros de acogida dependientes del Consell.