Pagar las facturas de la luz y el agua es un auténtico dolor de cabeza para las familias con menos recursos. Por este motivo, Caritas Diocesana de Menorca destina una parte importante de su presupuesto en ayudas para costear estos gastos.
Durante el 2016 atendió 315 solicitudes, que supusieron un total de 27.000 euros. Las prestaciones económicas para hacer frente a las facturas de suministros ya son las terceras más importantes, por detrás de las ayudas para adquirir alimentos de primera necesidad y la atención a los bebés.
En comparación con el año anterior, se han concedido tres ayudas menos aunque el importe total ha sido mucho menor. En 2015 hicieron frente a recibos por valor de 32.000 euros, 5.000 más que el año pasado. El motivo de tal diferencia es que durante gran parte del 2016, el precio de la electricidad se mantuvo relativamente bajo, gracias al descenso del coste de los combustibles fósiles.
Una tendencia que ha cambiado en este inicio de año, donde la factura de la luz ha alcanzado el nivel más alto de los últimos tres años. Glòria Ventura, trabajadora social de Caritas que pertenece al equipo de acción de base, asegura que el incremento del coste de los suministros «genera preocupación, sobre todo en aquellos casos donde se ven afectados meno ores y bebés». Y más ante la llegada de una ola de frío polar.