La Fundació Foment del Turisme busca nueva sede. El personal de este organismo ocupa actualmente unas dependencias de Can Victori, que servían de almacenes. Y el espacio les ha quedado pequeño. Así lo asevera el gerente Isaac Olives quien indica que el traslado de las oficinas es una «necesidad imperiosa», no obedece a ningún capricho sino que «el personal trabaja en un cuchitril». Explica que los nueve trabajadores se han quedado sin espacio, el material debe acopiarse en el Consell e incluso, su despacho es compartido con un trabajador. «Nos ofrecieron dos personas en prácticas y hemos dicho que no por esta falta de espacio, no caben», agrega.
Olives explica que desde principios de mandato se está trabajando para encontrar un espacio que se adecúe a las necesidades de la Fundació. Indica que el organismo requiere mayor visibilidad para lograr que la gente sepa dónde nos encontramos, venga y se informe sobre qué tipo de actividades se desarrollan «porque no solo asistimos a ferias». No hay aún una ubicación definitiva. Se están barajando todo tipo de propuestas, desde ocupar edificios públicos o trasladarse a un local independiente, ya sea en régimen de alquiler como de compra. «Pronto deberemos tomar una decisión», indica el gerente, pero se pactará con el sector.
Olives confirma que ya se ha hablado de esta intención con el ámbito privado. Se propuso que una parte de la partida necesaria para hacer factible el traslado procediera de promoción. No obstante, se ha descartado después de que el sector no considerara adecuado que se abordara a costa de esta partida. Olives agrega que si llegamos a consolidar el traslado, será el Consell quien aporte la cuantía y, en concreto, procederá de las áreas que gestionan los consellers de Més.
La Fundació se trasladó a las dependencias del IME por las estrecheces económicas que padecía la entidad. En 2012 se aplicó un ERE y con él, se buscaron vías que redujeran los costes. Ahora la situación económica es otra y permite abordar estos cambios.