Ciutadella es el único municipio menorquín que este año subasta las concesiones de los servicios de playa, es decir, las actividades acuáticas, los quioscos y el alquiler de hamacas y sombrillas.
Es por ello que la licitación ha despertado un gran interés entre las empresas del sector, que se han volcado en la puja para hacerse con la gestión de uno de los 11 lotes que se ofrecen. Se han presentado un total de 49 solicitudes, el doble de las que aspiraron a la concesión en el último concurso, hace cuatro años.
Este martes era el último día para presentar toda la documentación o rectificar aquello que no estaba correcto. A partir de ahora debe pasar nuevamente por mesa de contratación para adjudicar los lotes. Cabe recordar que en este nuevo concurso el Consistorio ha incrementado un 5 por ciento el canon, cuyo importe de salida asciende a 227.000 euros.
Sin embargo, desde la patronal Concemenorca, su presidente, Manuel Alonso, no considera relevante este hecho, pero advierte que el 'boom' de aspirantes es promovido desde el propio Ayuntamiento con la única intención de hacer subir el importe de las pujas, como resultado de la gran competencia y, a la postre, lograr mayores ingresos.
«Las pujas están subiendo por las facilidades que está dando el Ayuntamiento», como la poca exigencia en la presentación de avales. Por este motivo, teme que algunas empresas repercutan el coste en el precio del servicio. Algo que, en su opinión, «no debería suceder», motivo por el que exige al Consistorio que controle el cumplimiento de la normativa a los adjudicatarios. En este sentido, afirma que «me preocupan las medidas de control que ejerzan luego».
Y es que, tal y como señala Alonso y confirma la concejal de Disciplina Gubernativa, Marta Marquès, son numerosas las empresas nuevas que optan a las concesiones. Para el presidente de Concemenorca puede representar una cierta falta de experiencia mientras que para Marquès es un síntoma de las «ganas de trabajar de muchas personas que han visto en este sector una oportunidad».