Los vuelos y el coche de alquiler marcan la diferencia entre Menorca y el resto de islas del archipiélago. Son los gastos que convierten la Isla en un enclave prácticamente impronunciable a la hora de plantearse un viaje en familia para el próximo mes de agosto. Para aquellos turistas menos previsores y sin aún billetes para volar a Menorca, el destino se presenta ahora caro, o, incluso roza lo prohibitivo para los bolsillos de un turista de clase media.
Esta circunstancia obedece a dos claros factores. Por un lado, unos billetes de avión que triplican los de Eivissa y un alquiler de un vehículo que cuesta en Menorca en torno a cien euros más que en el resto del archipiélago. Estas diferencias entre islas se diluyen, no obstante, con el precio de la estancia hotelera que Menorca mantiene un gasto por parte del turista inferior al resto de Balears. Sigue siendo, no obstante, el destino -de último minuto- más caro para veranear.