«Si ya tenía ilusión de trabajar por el pueblo, ahora aún tengo más porque contaré con personas muy comprometidas con Es Migjorn Gran» y que además «no estarán influenciadas por gente tóxica de la agrupación local del PSOE». El alcalde Pere Moll asegura sentirse más fuerte y apoyado que nunca ante un escenario político que ha dado un vuelco totalmente inesperado, incluso para el primer edil. Este fin de semana se reunirá ya con los seis siguientes de la lista, afines a su entorno, y que ya han expresado públicamente y sobre papel que están dispuestos, «y con muchas ganas», de asumir el acta de concejal y trabajar por el pueblo.
Ya habló con ellos la semana pasada después de que el PSOE le propusiera descartar la moción de censura si uno del entorno de Moll aceptaba el cargo, los próximos seis renunciaban, y facilitar el ascenso de personas históricas del aparato socialista, como Pere Riudavets y Joan Sánchez. Entonces, los afines a Moll ya descartaron la propuesta, como también el primer edil, al ser «dos personas que me han decepcionado, me han hecho mucho daño». Este viernes, tras conocer la nueva maniobra del partido, los futuros concejales volvieron a expresar al alcalde «la disparatada situación» del PSOE.
A pesar de ello, algunos de los consultados por este diario declinaron posicionarse públicamente. Moll ya perfila, además, posibles áreas que podrían asumir las tres personas que le pueden acompañar en el Ayuntamiento. Pero este escenario puede aún tardar en producirse. El jueves se aprobará en el pleno la renuncia de los tres concejales. Luego debe notificarse a la Junta Electoral que, a su vez, propondrá a los próximos. Todo ello se puede alargar un par o tres de meses.
Moll indica, a su vez, que le parece «fortísimo» que ya se les advierta que si le apoyan van a ser expulsados. No son militantes, sino simpatizantes. Por lo tanto, tan solo es posible expulsarlos del Grupo Municipal Socialista, para pasar a formar parte del Grupo Mixto.