Su jornada laboral comienza sobre las 7 u ocho de la mañana, cuando los clientes de los establecimientos turísticos duermen. Finalizan pasadas las tres o cuatro del mediodía, tras haber revisado entre 15 o 20 estancias y con un descanso de 20 minutos entre medias. Han adoptado el nombre de «kellys» en toda España y el viernes se manifestarán a las 7 de la tarde en la Plaça des Born de Ciutadella para defender sus derechos laborales.