"Los locales dicen que Menorca se puede reducir a tres palabras: agua, fuego y piedra". Así comienza un artículo publicado por el diario norteamericano 'The Washington Post', dedicado a la Isla, llegando a señalar que es "seductora".
El autor del artículo, Albert Stumm, destaca que Menorca "ha logrado mantener un estilo discreto y más tranquilo, al restringir el desarrollo turístico a unos pocos existentes, en su mayoría resorts de baja altura".
También glosa la diversidad económica de la isla, no sin cometer algún error. En el escrito se indica que "las playas tienen todo el protagonismo", pero "gran parte de la economía es agrícola". Esa afirmación, se basa, según en el autor en que "hay más vacas que gente".
Pues bien, esta afirmación, como es evidente, es errónea, pues con los datos en la mano, en Menorca hay casi diez veces más personas humanas que vacas. Según el último censo de población, en la Isla habitan 91.601 habitantes, mientras que el censo ganadero indica que están registrados 9.441 cabezas de ganado bovino.
Al margen de esto, en el artículo se recomienda visitar la Isla en otoño, pues "el agua del mar puede sentirse caliente en esta estación". Además afirma que viajar en otoño "significa pagar a mitad de precio actividades como la contratación de un barco con un capitán privado".