El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Maó defiende que los amarres para embarcaciones menores, en la futura reordenación de Cala Figuera, sean gestionados por Autoridad Portuaria de Balears (APB) porque considera que solo así serán amarres a precios sociales. En un comunicado, la portavoz de la oposición municipal, Águeda Reynés, afirma que si la gestión de dichos amarres para barcos de alrededor de 8 metros de eslora «están en manos y son gestionados por el concesionario, y éste tiene la potestad de fijar las tarifas, poca, por no decir nula, va a ser la vertiente social de los mismos».
Asegura la concejal del PP que la propuesta que impulsa APB «mantiene en lo sustancial» la que los populares al frente del Ayuntamiento impulsaron en el pasado mandato, con Alberto Pons como presidente del ente gestor del puerto, esto es, la realización de un concurso para otorgar una concesión destinada a reordenar y explotar Cala Figuera, «tanto en tierra como en la lámina de agua, lo que en esa época el señor Héctor Pons y el PSOE denominaban privatización», recalca.
El PP discrepa de que se consideren amarres sociales a los destinados a barcos con una eslora inferior a 8 metros porque la náutica comercial de uso recreativo «se está desarrollando alrededor de esloras de 10 o 12 metros».
Reynés apunta asimismo el problema del aparcamiento en la zona, ya que el número de plazas que se proyectan en la propuesta inicial «es inferior incluso al número de amarres que se van a crear, y no se tiene en cuenta la posible revitalización del Fonduco», advierte la portavoz popular. Ante esta situación «cabe preguntarle al señor Pons si está resolviendo un problema de aparcamiento o generando un problema mucho mayor», asevera.
El PP asegura su apoyo a la propuesta del concurso que el presidente de APB, Joan Gual, explicó el pasado lunes . «Vamos a seguir manteniendo con coherencia lo que defendíamos para Cala Figuera durante nuestro mandato, a diferencia del señor Héctor Pons o el PSOE, que cuando no tenían responsabilidades de gobierno practicaban un obstruccionismo destructivo, que ahora quiere tratar de esconder o difuminar tras el maquillaje del subterfugio de sus declaraciones», subraya.