El economista Guillem López Casasnovas ofreció ayer su discurso de aceptación como miembro del Institut d'Estudis Catalans en la sección de Filosofía y Ciencias Sociales. En su parlamento, exaltó el papel de la economía y la gestión pública al servicio del bienestar de las personas. Le respondió Andreu Mas-Colell, miembro emérito del IEC.
El economista disertó primero sobre su «eterna contradicción» que le ha acompañado a lo largo de su periplo vital, «cuestionando el sistema, pero desde el mismo sistema», indicó. Su curiosidad y «cul inquiet» le han llevado a moverse del Bachillerato de Ciencias al de letras en COU, de la economía social a la regulación financiera, de los campos de investigación científica al compromiso de presencia en medios de divulgación. Y muchos espacios de tiempo de estancia fuera como Reino Unido, California o Madrid, de pertenencia catalana y a su vez balear.
Aseveró que «el objetivo del Estado es maximizar el bienestar social; ahora bien, si unos ganan y otros pierden, necesitamos encontrar un mecanismo que nos permita calibrar, desde las óptica de la Comunidad, si la ganancia de unos es suficientemente grande como para compensar la pérdida de otros».
Habló de la importancia de redistribuir recursos no solo por motivos de eficiencia sino también por motivos de equidad. Y consideró que hay que distinguir entre eficiencia y eficacia. «Es la eficiencia y no la eficacia el concepto que se debe utilizar en el momento de valorar la actuación pública». Indicó que la solución pasa por «la priorización de prestaciones y por más gestión pública» y agrega que esta «ha sido la gran olvidada por una política que simplemente ha creído en 'cumplir' ofreciendo un poco para todos sin importar la calidad ni el resultado». Y es que, todo aquello que 'puede esperar' se supedita a los recortes».