Un desprendimiento de tierras en las obras de la carretera general que el Consell está ejecutando en el tramo entre Ciutadella y Ferreries ?concretamente en el punto kilómetro 33 de la Me-1? ha encendido las alarmas. Los técnicos aún están evaluando lo ocurrido hace unos diez días y los trabajos en la zona han sido paralizados. Como medida de precaución, se ha instalado un pequeño muro de contención en la parcela de terreno afectada. Lo más positivo es que no se lamentaron heridos: el alud no afectó a ningún trabajador de la firma contratista.
Miquel Preto, conseller insular de Movilidad, explicó este martes a «Es Diari» que «la empresa nos notificó lo ocurrido ese mismo día y desde entonces se analiza la estabilidad de los terrenos a diario. Lo que se ha decidido es trabajar en otra zona hasta que no se sepa lo que ha ocurrido con certeza. El informe del geólogo explicará las causas del movimiento de tierras».