José Diego Omaño y Marta Tascón se trasladaron desde León a Menorca hace ocho años para trabajar como auxiliares de enfermería en el 'Mateu Orfila'. Desde entonces ambos cuentan con una plaza profesional interina en el hospital de referencia de la Isla, pero sus perspectivas de futuro no son las mismas. Él sí tiene acreditado el nivel de catalán tras haber aprobado. Su mujer también se preparó, pero no pasó las correspondientes pruebas.
Ahora, se enfrenta a la posibilidad de perder la plaza en caso de adjudicarse una vacante si se convoca una oposición después de aprobarse el decreto sobre el requisito del idioma que tramita en la actualidad el Servei Balear de Salut.
Es inútil discutir con esta gente, en la sanidad sucede lo mismo que en la enseñanza, pero no hay que dejar que nos pasen el rodillo del poder, tenemos que ser perseverantes y mas activistas y a esperar que las próximas elecciones arreglan la mierda que estamos viviendo.