El dinamismo económico, con un aumento del PIB más moderado en Menorca (3%) que en Balears (3,9%) durante el segundo trimestre del año, no se refleja en las ventas de coches. Las matriculaciones han registrado bajadas consecutivas durante los últimos cinco meses, con una variación interanual el pasado abril de hasta un 41 por ciento en negativo y de un 24,5 el pasado agosto.
En un contexto de recuperación, las empresas del sector de la Isla no acaban de levantar cabeza. El presidente de la Asociación de Concesionarios del Automóvil de Menorca, Orestes Carreras, confirma que la situación es negativa, con 92 vehículos menos en las ventas acumuladas de enero a septiembre en relación al mismo periodo del año pasado. El pasado septiembre se cerró con otro descenso de once vehículos respecto a lo vendido en el mismo mes de 2016.
Para Carreras el motivo principal de que las familias no estrenen coche está claro: la economía menorquina está todavía «débil».