Indefensión, inseguridad y con un futuro incierto y abocado a la desaparición. El Club Marítimo de Mahón pide auxilio a las administraciones para revertir la «grave y delicada» situación que padece. A través de una carta remitida a la alcaldesa de Maó, Conxa Juanola, y a la presidenta del Consell, Susana Mora, expresa gran preocupación por una realidad nada halagüeña para su viabilidad económica.
La oferta del Club para adquirir la concesión de los 165 amarres que gestiona Trapsa Yates sigue en el aire y sin pronunciamiento por parte de la Audiencia Nacional, teniendo en cuenta que la concesionaria está en estos momentos bajo administración judicial. La propuesta de compra se realizó en verano de 2015. «No tenemos conocimiento alguno de lo que se pretende hacer con ellos (los amarres)», asegura la entidad, de ahí que acuda a las administraciones para que procedan a la realización de «un acto o declaración institucional que evidencie y ponga de manifiesto el apoyo que necesitamos».