El sistema que promueve Endesa para reducir el nivel de emisiones de la central térmica de Maó debe haber entrado en funcionamiento en dos años, en concreto, antes de 2020 para cumplir con la directiva europea. Durante este período la compañía debe superar todos los farragosos trámites administrativos que permitan -o no- la ejecución del proyecto. La compañía especifica que una vez disponga de todas las autorizaciones, será necesario un año de trabajo para que el sistema pueda entrar en funcionamiento. De ahí que el tiempo apremia.
El proyecto aún no se ha remitido al Ayuntamiento de Maó para obtener la licencia municipal, un trámite que la compañía asegura que hará en breve. Explica que el proceso previo a éste ya se ha llevado a cabo. Indica que ha remitido al Ayuntamiento el escrito de interferencias, es decir, pide conocer por donde discurren los servicios de telefonía, electricidad y agua, entre otros, para así, establecer por dónde van a pasar los suyos. Endesa confía en recibir respuesta «en días o semanas» y de inmediato, presentará la solicitud de licencia municipal para evitar que el tiempo juegue en su contra.
fantasmit y otros. En mi humilde opinión os equivocais. La isla renovable es plenamente viable, pero evidentemente no se conseguirá de un día para otro. La transformación Energética de Menorca ocurrirá (como en el resto del mundo) y en un entorno cerrado como la isla es un interesante experimento. Está claro que ENEL-Endesa no tiene ninguna intención de invertir en la isla (a las pruebas me remito) por lo que algo tendremos que hacer ¿no?. Resignarse y tragar humo no es la solución y un impulso más decidido de la administración es deseable. Mucho más importante es la transformación del modelo energético que las malditas rotondas, por ejemplo. Yo me niego a resignarme a respirar el humo asqueroso de esta central anticuada de una empresa que es del gobierno italiano. Algo tendremos que hacer. Digo.