La posibilidad de que el Club Marítimo de Mahón pudiera mantener los amarres de la Sirenita a través de una vía alternativa a la del concurso ha caído en saco roto. Autoridad Portuaria de Balears ha optado por el camino tradicional, la explotación a través de concurso público, e inicia los trámites para seleccionar la oferta más ventajosa y autorizar la ocupación de los 48 amarres del Varadero d'en Reynés.
El Club Marítimo de Mahón asegura que no llegó a presentar el proyecto para dar forma a esta sistema alternativo que anteponía el interés social a la explotación económica. Quedó aparcado. Y es que, según explica Antonio Hernández, presidente del Club, la decisión de una u otra vía era de Autoridad Portuaria, «tiene la potestad de elegir y se ha decantado por el concurso público». Agrega que «ya sabíamos que saldría por vía ordinaria». En este sentido, apunta que el Club no entra ni sale sobre dicha decisión e indica que aunque esa alternativa era más ventajosa «no podemos hacer nada».