El Consell está dispuesto a flexibilizar su veto anunciado al alquiler turístico de cualquier tipología de vivienda en los núcleos urbanos tradicionales para permitirlo en las casas unifamiliares aisladas, aunque no en las adosadas ni en las que se levantan entre medianeras, como hasta ahora permitía la Ley Turística.
La presidenta de la institución, Susana Mora, aseguró ayer que la excepción para los chalets separados respetaría «los criterios del modelo territorial» que se ha querido seguir para la zonificación y «no afectaría al alquiler residencial» ya que son viviendas que requieren de rentas muy altas y que no tienen una gran incidencia en el mercado de alquiler para todo el año.
De hecho, la posibilidad de alquilar a turistas viviendas unifamiliares aisladas en los núcleos urbanos tradicionales figuraba en la propuesta de acuerdo que el Consell puso sobre la mesa de los ayuntamientos. Entonces había seis municipios que estaban dispuestos a aceptarlo y dos que rompían el consenso, Alaior y Es Castell, los dos gobernados por el PP, por considerar que la excepción se quedaba corta.
Esa falta de acuerdo hizo que el Consell se echara para atrás y terminase anunciando el veto total en esas zonas urbanas no turísticas. Mora defendió ayer que ese 'o todos de acuerdo o nada' no lo impuso la institución insular, sino que respondió a la postura de tres ayuntamientos, Ciutadella, Sant Lluís y Ferreries, que solo iban a aceptar la excepción si suscitaba un acuerdo unánime de todos los ayuntamientos. El mensaje de Mora fue ayer que si esa postura cambia ?y a pesar de que Alaior y Es Castell no suscriban el entente? el Consell lo aceptará.