Los hoteles menorquines cerraron el año pasado con un balance positivo de clientes, aunque lejos de los datos de aumento de llegadas de pasajeros. Recibieron 25.480 más que en 2016, un incremento del 3,5 por ciento, cuando en el cómputo global del año la llegada de visitantes al aeropuerto aumentó en 128.278 personas, un 8,1 por ciento. El detalle de las cifras de viajeros que se alojaron en la planta hotelera insular revela una tendencia a la internacionalización de la clientela. El número de turistas extranjeros que se alojaron en hoteles creció casi un seis por ciento (31.076 más), mientras que el de turistas nacionales cayó un 2,9 por ciento (5.595 menos que en 2016). Los clientes internacionales ya representan el 74,5 por ciento del total, tres de cada cuatro.
Los datos hechos públicos por el Institut d'Estadística de Balears (Ibestat) reflejan un aumento generalizado del número de clientes extranjeros. El crecimiento más significativo es el de los británicos, que afianzan su posición como principales usuarios de los hoteles menorquines. En 2017 se alojaron 299.435 británicos tras un crecimiento del 3,9 por ciento (11.190 más de un año a otro). Cuatro de cada diez clientes de hotel vienen de las Islas Británicas.
El segundo cliente con mayor presencia es el nacional, con una clara preponderancia de los turistas que llegan desde Calalunya y la Comunidad Valenciana.