La patronal de propietarios y empresarios de viviendas vacacionales Aptur advirtió ayer del riesgo que corre Menorca si, como ha anunciado el Consell, se prohíbe el alquiler turístico de casas en buena parte de la Isla. Asegura que este veto, lejos de fomentar el acceso a la vivienda por parte de los residentes, provocará que los propietarios terminen por vender sus casas. Los más beneficiados de ese efecto colateral, advierten, serán los extranjeros que cada vez más se interesan por comprar propiedades inmobiliarias en Menorca para destinarlas a segunda residencia.
«Hay mucha gente que no podrá mantener su vivienda y eso terminará provocando la descapitalización de la Isla», advirtió la gerente de Aptur, Maria Gibert, quien subraya el aumento del interés del turismo residencial por la Isla y lamenta que se está impidiendo que «los menorquines se puedan beneficiar directamente del turismo y no solo trabajando para los hoteleros».