La Conselleria de Bienestar Social y Familia del Consell se suma a las quejas emitidas tanto por parte de las familias como por la asociación Asinpros sobre la supresión por parte del Govern de la ayuda económica que percibían las personas con un grado elevado de discapacidad y máxima dependencia para curas en el ámbito familiar.
El Consell considera «desacertada» esta incompatibilidad para los usuarios del centro Carlos Mir, teniendo en cuenta que «esta residencia solo ofrece servicio durante medio día y no a jornada completa como sí ofrecen otros centros de Balears».
El Consell informa que la semana pasada, la consellera Maria Cabrisas solicitó al Govern que permitiese que «estas cuatro familias» puedan mantener el servicio de residencia en el Carlos Mir y, a su vez, recibir la prestación económica. La propuesta fue «bien recibida» por parte del Govern, tal como resalta Cabrisas, de ahí que en estos momentos esté en proceso de valoración por parte del Ejecutivo balear.
Cuando la Conselleria supo de la decisión que iba a tomar el Govern, el febrero del año pasado, empezó a llevar a cabo las gestiones oportunas con el Ejecutivo, además de remitir un escrito a la institución balear solicitando una solución para las familias que son usuarias de la residencia Carlos Mir.
En noviembre Cabrisas solicitó también una reunión entre el Govern y los afectados. Y el próximo 26 de febrero el Director General de Dependencia, Juan Manuel Rosa, se reunirá con las entidades del sector para «dialogar» y «acabar de definir una solución para estas familias».