El cambio climático y sus efectos sobre Menorca se presenta como uno de los retos a tener en cuenta en la futura ordenación territorial de la Isla. Así lo refleja el avance del Plan Territorial Insular (PTI), que apunta que las «amenazas» acechan sobre todo, pero no solo, al espacio costero, del que se sustenta el motor económico de la Isla: el turismo.
Los redactores del PTI destacan «el proceso de degradación progresiva vinculado a la erosión y a la alteración de la dinámica del litoral y de sus ecosistemas», y la importancia de «actuar» a través de la ordenación territorial, con «un enfoque global e integrador, con acciones que se adelanten a las futuras afecciones y minimicen los impactos que amenazan la costa».
Uno de los principales problemas que alerta el PTI es la previsible subida del nivel del mar. Para este caso apunta que «el litoral construido es el espacio más vulnerable», al tener limitado el frente costero y por tanto «su capacidad de recuperación frente a tormentas e inundaciones, además de interferir en los procesos de sedimentación, lo que provoca un incremento de la erosión del espacio costero».