El puerto exterior de Ciutadella cuenta desde el pasado mes de noviembre con un sistema más preciso para medir el viento, el oleaje y la agitación de las aguas interiores. Ports invirtió 65.000 euros para instalar una estación meteorológica, un sensor de oleaje y dos mareógrafos en el dique y en la bocana del puerto. El objetivo, tener información más precisa para evitar cierres innecesarios.
Y, a tenor de las primeras estadísticas, parece que el resultado es positivo. Entre el pasado noviembre y principios de este mes de marzo, el puerto de Ciutadella ha estado cerrado por mal tiempo cerca de 203 horas. El mismo periodo del año anterior, y sin los mareógrafos, el dique se clausuró en total algo más de 308 horas. Se trata de una reducción del 34,2 por ciento.