La reivindicación por mejorar las condiciones del transporte insular con el justo argumento de evitar la discriminación por causa de la insularidad tiene como próximo reto lograr un descuento del 75 por ciento en los vuelos con la Península, extensivo a las rutas marítimas.
No ha desaparecido la propuesta de la tarifa plana, nacida de la unanimidad política, por considerarse más igualitaria al tener carácter universal e incluir a los ciudadanos no comunitarios, pero la mejora que ha supuesto el 75 por ciento ha dispersado los apoyos y parecen más los que prefieren extender esta bonificación a todas las conexiones entre las Islas y el territorio nacional que los que siguen levantando la bandera de la tarifa plana.