La Sindicatura de Greuges plantea al gobierno insular la necesidad de acciones rotundas para reducir la contaminación que emite la central térmica del puerto de Maó y una postura fuerte frente al Gobierno para exigir la sustitución del cable eléctrico con Mallorca, en paralelo a una apuesta clara por las energías renovables, que ahora apenas generan el 3 por ciento de la electricidad que se consume en Menorca. El órgano de defensa ciudadana ha actuado de oficio y en defensa de la salud pública, a raíz de conocerse en noviembre de 2017 que Maó es uno de los municipios españoles más expuesto a emisiones de carcinógenos por la proximidad de la población a la central de Endesa, alimentada por combustibles fósiles como el fuelóleo y el gasóleo.
En enero de este año la Sindicatura dirigió una propuesta de recomendación a la presidenta del Consell, una vez publicado en la revista «Environmental Research» el trabajo elaborado por cinco investigadores del Centro Nacional de Epidemiología (el artículo de referencia es «Industrial pollution and cancer in Spain: An important public health issue», por Pablo Fernández-Navarro, Javier García-Pérez, Rebeca Ramis, Elena Boldo y Gonzalo López-Abente). Dicho estudio situaba Maó entre los 200 municipios que soportan un alto nivel de polución por su proximidad a un complejo industrial.