La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) ha reclamado al ministro de Energía, Álvaro Nadal, que ordene la adaptación de las cinco turbinas de gas de la central térmica de Maó a la normativa ambiental europea para evitar una «catástrofe» económica en 2020.
La patronal ha remitido una carta al ministro en la que la expone que, dada la total dependencia eléctrica que tiene Menorca de la central de Maó tras la rotura del cable que conectaba esta isla con la de Mallorca, ajustar las instalaciones a las restricciones de emisión de gases obligatorias desde 1 de enero de 2020 es una necesidad perentoria.
No ejecutar en los próximos 20 meses esta adaptación «supondrá una catástrofe para la economía de la isla de Menorca, al quedar eléctricamente desabastecida, y por extensión para la imagen de las Islas Baleares y de la marca España», resalta CAEB.
La asociación empresarial recuerda que la rotura de la conexión eléctrica submarina entre Mallorca y Menorca y la obsolescencia medioambiental de la instalación generadora de Maó representan una «situación de riesgo alto» para la cobertura de la demanda.
De acuerdo con los datos recogidos en la carta, la central térmica menorquina cuenta con cinco turbinas de gas con una potencia de 204,4 megavatios, pero incumplen los valores límite de emisión de gases contaminantes a la atmósfera de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2020.
Antes de que la norma europea entre en vigor no estará listo el nuevo cable eléctrico submarino Mallorca-Menorca, que como muy pronto podría funcionar «bien entrado el 2020», continúa la argumentación dirigida el ministro.
Si las turbinas de gas no se adaptan y tienen que dejar de emplearse en 2020, Menorca dependerá del suministro eléctrico que pueda aportar la central térmica con sus motores diesel, que alcanza los 40,8 megavatios, cuando la demanda estimada para ese año será de 127 megavatios.
«Le solicitamos que a la mayor brevedad posible se realicen las actuaciones necesarias para la aprobación urgente de las inversiones medioambientales que la central de Mahón requiere con el fin de asegurar la garantía del suministro eléctrico a la isla de Menorca», concluye la carta de CAEB, que firma su presidenta, Carmen Planas.