Las construcción está muy lejos aún de recuperar el nivel de trabajo de 2008, pero el cambio de tendencia se está consolidando de forma sostenida durante los dos últimos años. La estadística del Colegio de Aparejadores del primer trimestre, que refleja la obra real que se está ejecutando, muestra que la obra nueva se ha duplicado en este periodo, así como el presupuesto global de inversión, que incluye reformas, legalizaciones y otros trabajos e instalaciones.
Otra de las evidencias del repunte que ha experimentado el sector en este periodo en particular se manifiesta en la falta de mano de obra, especialmente mano de obra cualificada. Esta carencia afecta también a las industrial auxiliares, ya que existen problemas para encontrar electricistas, fontaneros, carpinteros o escayolistas, según reconocen los contratistas.
El efecto llamada por parte de albañiles con trabajo está incorporando de nuevo mano de obra al mercado laboral isleño y solventando así una dificultad que los empresarios suponen, no obstante, puntual. «Hay un repunte, más alegría, pero de momento a corto plazo, el optimismo no alcanza más allá de dos o tres meses, no hay indicios de que esa demanda de trabajo se mantenga», declara Climent Olives, vicepresidente de la Asociación de Constructores de Baleares.
Paco Cardona, presidente insular de la misma patronal, justifica en la presión que supone la exigencia de los promotores por tener la obra acabada en verano, el incremento de la demanda en el primer trimestre, «Menorca tiene una economía que gira en torno al verano y nos hemos de adaptar a esos tiempos», explica, «no hay garantía de que el ritmo se mantenga después».
El sector fue uno de los más golpeados por la crisis, desaparecieron empresas que no han vuelto y muchos trabajadores se han reciclado en otros empleos y ya no volverán a la construcción. Los datos del Observatorio del Trabajo apuntan en el mismo sentido: de las 4.297 personas registrados en el paro solo 293 trabajadores pertenecen al sector de la construcción, inferior, por tanto, al siete por ciento.
En la misma línea, la licitación de algunas obras importantes como la reforma del instituto Joan Ramis (2,5 millones de euros) solo ha registrado el concurso de tres empresas locales y en el proceso de puntuación de las ofertas, la primera clasificada es una firma foránea desconocida hasta ahora en Menorca.
Los datos del Colegio de Aparejadores no recogen los proyectos hoteleros de reforma, que generalmente, desde la gestión hasta la ejecución, se realiza por empresas externas. Tampoco figura AENA, con obras adjudicadas a Acciona, que también cuenta con problemas para contratar industriales locales.