El catedrático menorquín Guillem López Casasnovas lamenta las formas con las que la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha decidido prescindirle del Consejo Asesor del Ministerio, del que formaba parte desde hace casi 20 años.
Montserrat ha decidido renovar este organismo consultivo y de asistencia para formular la política sanitaria, con la sustitución de la mitad de sus 42 componentes. López Casasnovas era el miembro con más antigüedad en el consejo, pues fue designado en el año 2000 por el ministro José Manuel Romay Beccaria durante el gobierno de Jose María Aznar.
El ciutadellenc no ve motivos políticos tras la decisión de la ministra. «No ha habido una purga política», sostiene, «si me hubiesen querido despedir ya lo hubieran hecho antes». El catedrático de la Universitat Pompeu Fabra argumenta que ha «sobrevivido» a diez ministros, «de todos los colores», y destaca que fue nombrado por un gobierno del PP.
López Casasnovas estaba en el organismo como especialista en economía de la salud. Lamenta que no haya sido sustituido por otro especialista de la misma área, al igual que otros sobre salud pública o biomedicina. Con los cambios introducidos en el consejo, se han incorporado otros expertos vinculados en sectores como compañías de seguros, negocios privados o lobbies del sector sanitario. La ministra «ha desnaturalizado el consejo, con la entrada de lobbies y sin dejar a nadie relacionado con la salud pública», declara López Casasnovas. «Esto dice muy poco de la ministra, para quien, a raíz de lo pasado, no tiene una visión de la salud en la que tengan cabida ni la salud pública ni la economía. Si piensa esto, ha hecho bien en echarme, porque preferiría más no estar presente», añade.
Por otro lado, el ciutadellenc lamenta las formas con las que se produjo la decisión, que tuvo lugar el pasado mes de febrero, aunque hasta ahora no ha trascendido. Un secretario del Ministerio fue quien se lo comunicó, pero «me hubiese gustado como mínimo una carta de agradecimiento de la ministra», dice Casasnovas, a pesar que su trabajo en el consejo «nunca ha estado retribuido».