La fecha límite para que empresas y entidades se adapten a los cambios en la Ley de Protección de Datos venció este viernes 25 de mayo y desde la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca (PIME) asumen que «la mayoría no ha llegado a tiempo», según explicó la secretaria general de la patronal, María García. Destaca las grandes dificultades que se encuentran las pequeñas empresas, principalmente por falta de medios, para adaptarse a unos cambios normativos llamados a garantizar una mayor seguridad y privacidad para los clientes y que fuerzan a las empresas a autoexigirse un protocolo de actuación en la gestión de los datos, tanto los de sus propios trabajadores como los de terceros.
Desde la patronal explicaron que ya hace tiempo informaron a todos sus asociados, lo que no ha evitado que a medida que se acercaba la fecha límite el número de consultas sobre la cuestión se haya intensificado: «Las empresas que se encuentran con mayores dificultades son aquellas que no ya no se adaptaron en su momento a la primera ley de protección de datos», explicó García, quien consideró positivos los cambios introducidos en la legislación para que exista un mayor control.
No obstante, llamó la atención sobre el hecho de que muchas empresas de pequeñas dimensiones se enfrentan a regular la relación que mantienen desde hace años con sus clientes y que, por los medios a su abasto, no resulta en absoluto una tarea fácil.
Petición de prórroga
De hecho esta situación de agobio que en las últimas semanas han vivido muchas empresas menorquinas se ha vivido en otros puntos del territorio nacional como en Catalunya, donde la patronal PIMEC, que representa a buena parte de las pymes de esa comunidad, ha solicitado que se aplique una prórroga para dar más tiempo a adaptarse a los cambios normativos. De no hacerlo, cabe recordar, las empresas podrían enfrentarse a sanciones importantes.
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