La encuesta anual que la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca (PIME Menorca) elabora para calibrar el estado de las urbanizaciones en el arranque de la temporada turística detecta una mejora generalizada de aspectos como la limpieza viaria o el mantenimiento de las zonas verdes, pero muestra cómo se eternizan problemas de fondo que requieren de inversiones más costosas.
Las conclusiones del estudio, que se ha realizado entre el 8 y el 22 de mayo, señalan que "parece que se refleja una mayor preocupación y sensibilidad, con algunas excepciones, por parte de las administraciones públicas y que los ayuntamientos van prestando poco a poco una mayor atención a las zonas turísticas", sin embargo, "se dejan para más adelante y sin fijación de plazo de ejecución, aquellas inversiones más costosas y a su vez más necesarias".
En ese sentido, la patronal de las pymes menorquinas ha reclamado este miércoles un plan de inversiones para acometer esas actuaciones que quede reflejado en el nuevo Plan Territorial Insular (PTI) y que se presenten proyectos para la mejora de las urbanizaciones a través del Impuesto de Turismo Sostenible. También reitera la propuesta de que parte de la recaudación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sea destinada a la mejora de las zonas turísticas de Menorca.
La encuesta, que ha estado abierta tanto a asociados, como a otros usuarios, sitúa la urbanización de Cala Llonga (Maó), como la mejor valorada, con ninguno de los once parámetros analizados con resultado deficiente. En el otro lado de la balanza se sitúa Binisafúller (Sant Lluís), que no cuenta con ningún parámetro en una situación óptima.