El GOB considera que se están produciendo unos crecimientos urbanísticos en la costa, con la posibilidad de que sean muchos más, que van en contra de la sostenibilidad de la Isla y de la necesidad de contar con un turismo menos estacional. Ante esta situación, la agrupación ecologista reclama que la revisión del Plan Territorial Insular contemple una limitación actualizada de las plazas turísticas permitidas. «No se puede perder la oportunidad», expone el GOB a través de un comunicado.
Relata el GOB que en poco tiempo se ha construido un hotel en Sant Tomàs, se ha concedido licencia para dos en Santandria y se han autorizado crecimientos tanto en Torre-solí como en Son Saura, que abren en total expectativas para cinco hoteles, casi 900 chalés, una residencia deportiva y un centro comercial. Eso se produce pese a que el PTI limitó las plazas turísticas, con un empujón desde la Norma Territorial Transitoria. El GOB recuerda que «en la Isla quedan unos 4 millones de metros cuadrados (400 hectáreas) por urbanizar en la costa. Si no se hace nada, se irán cubriendo de cemento».
El GOB considera que se trata de «más urbanismo en la costa, que funcionará el verano, incrementará la presión de la temporada alta y complicará aún más la saturación y el desborde de servicios y suministros». Es decir, no aportarán nada a la desestacionalización que más interesa a la Isla. «Hay herramientas para ir realizando esta cambio, pero aún no se han aplicado en la Isla».
Argumenta que estos crecimientos en la costa fueron frenados por la crisis económica, pero que «a medida que haya repuntes económicos, volveremos a ver como se transforman importantes zonas del litoral».