La dirección de obras de la reforma de la Me-1, en el tramo de Ferreries a Ciutadella, ha tomado una serie de medidas extraordinarias de seguridad a petición de vecinos de fincas situadas en el Camí dels Alocs. Dichas mejoras consisten en la instalación de balizamiento con conos y también señalización horizontal en la calzada en el punto del desvío que conduce a los llocs de Binisués, Santa Cecilía, Ets Alocs y el castillo de Santa Àgueda. Así lo ha confirmado el director insular de Movilidad, Joan Sales, quien indica que tuvo lugar un contacto entre vecinos y dirección de obra para mejorar la entrada y salida de los coches, que quieren incorporarse a la carretera general, en este punto de la Me-1, donde aún no se han acabado los carriles de aceleración y existen zonas de tierra y otras semiasfaltadas.
Los payeses de las fincas reclamaban así acciones para reducir el riesgo de accidentes en el cruce. La solicitud llegó después de que el Consell anunciará el pasado día 4 el aplazamiento de los trabajos de asfaltado de la 'general' para evitar, en momentos de máximo tránsito por la temporada alta, las retenciones vividas a en junio y a comienzos de este mes. Joan Sales aprovechó para recordar que las obras entre Ferreries y Ciutadella no están paralizadas sino que continúan los trabajos en los márgenes de la vía y que solo se ha aplazado la aplicación de la última capa de asfalto en la calzada, que se retomará el 15 de septiembre y finalizará, según el nuevo plazo, el próximo 19 de noviembre.