No se trata de un caso aislado. Las embarcaciones de Ciutadella dedicadas al tráfico de pasajeros, popularmente conocidas como golondrinas, deben lidiar frecuentemente con otras por el mal uso que se hace, en general, de las boyas rojas, cuyo uso les pertenece exclusivamente. Se encuentran ubicadas en algunas playas de la costa sur de la Isla y les permiten realizar las maniobras de atraque necesarias.
De hecho, el resto de embarcaciones, así como los bañistas, están obligados a permanecer a más de cincuenta metros de las mismas para no obstaculizar en ningún momento dichas maniobras.
El caso es que tal indicación se incumple constantemente. Aunque una gran mayoría de embarcaciones, sobre todo las menorquinas, respetan el uso de las citadas boyas, otras, bien por comodidad o bien por desconocimiento, se agarran a las mismas. Aun así, cuando esto sucede, tras la petición de que se retiren de la boya, las embarcaciones suelen obedecer.
Sin embargo, la golondrina Amigo's Boat Trip, con puerto base en Cala en Bosc, tuvo problemas con una embarcación que se resistía a dejar libre una boya roja.
Sucedió en Cala en Turqueta, hace unos días cuando un patrón hizo caso omiso a las indicaciones de la golondrina, causando que se retrasara sustancialmente la excursión, entorpeciendo la maniobra de atraque e interfiriendo en la seguridad de la misma.
«Estuvimos más de 15 minutos parados porque se negaba a dejar la boya libre», explica Alan Pons, uno de los encargados del Amigo's. Finalmente, tras la presión por parte de las embarcaciones a su alrededor, que le abuchearon, dejó que se realizara la maniobra.