Después de ocho años de espera y con una coyuntura económica más favorable, solo un informe de la Comisión Balear de Medio Ambiente obstaculiza el desarrollo del polígono 3.1 de Torre-solí. Los casi 688.000 metros cuadrados de nuevo desarrollo mantienen la parcela hotelera para un establecimiento de lujo de 450 plazas, que sigue en manos de Solvia, la inmobiliaria del Banco de Sabadell. La entidad bancaria se quedó con este solar como pago de una deuda de Menorca Swiss Investment, la promotora de la urbanización.
La Junta de Compensación espera el preceptivo informe ambiental desde hace dos años, tiempo que coincide con la aprobación definitiva de la ampliación de Torre-solí por el Ayuntamiento de Alaior. La aprobación inicial data de seis años atrás.
La Comisión Balear había advertido de deficiencias referidas a la depuradora, que debía ser nueva o ampliar la que existe, y al suministro eléctrico (Endesa). El presidente de la Junta, José Luis Pérez, señala que ambas han sido subsanadas y que todo está en manos del citado informe de la Comunidad Autónoma.
La de Torre-solí es una de las más importantes ampliaciones urbanísticas emprendidas en los últimos años y de la posible promoción de un nuevo hotel de costa, que también se han reactivado en los últimos meses. En uno y otro caso, se ha registrado una larga década de parálisis inversora en ambos ámbitos.
El principal interés de la urbanización descansa en las 397 viviendas unifamiliares que contempla el Plan Parcial y que en su mayoría corresponden a la promotora Menorca Swiss Investment, que vendió parte de la superficie a otra empresa, Urnova SL. Sin embargo, esta intentó en los años de crisis revocar el contrato y devolver a la promotora suiza buena parte del terreno adquirido. Eso ha dado lugar a un conflicto que ha llegado a los tribunales. Actualmente, la primera dispone del 40 por ciento del suelo y la segunda, del 35.
Esas diferencias han llegado a los Tribunales y algunas de las sentencias podrían ser recurridas ante el Supremo, aunque ni la Junta de Compensación ni Menorca Swiss Investment son partidarios, justamente lo contrario a la voluntad de la promotora de capital suizo para comenzar no más tarde de un mes las obras de urbanización. Solo falta para ello el proyecto de ejecución de las obras, además del trámite de Medio Ambiente.