La bendición de las palmas y los ramos de olivo, para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén, y la procesión del Vía Crucis sacaron la Semana Santa por las calles de la Isla. Empieza una semana en la que vivir la Pasión, Muerte y Resurrección.
Mientras que por la mañana las parroquias vivieron el Domingo de Ramos con la bendición de las palmas y los ramos de olivo, por la tarde fue el turno de las procesiones. En Maó, la iglesia de Sant Francesc celebró el Vía Crucis, para continuar con la procesión que organiza. Lo abría la Cofradía del Vía Crucis con los pasos de La Columna de la Flagelación y Jesús el Nazareno. Le seguía El Lavatorio de Pies portado por los cofrades de San Pedro Apóstol.
Tras la Banda de Cornetas y Tambores de Maó, desfiló la Cofradía de La Sangre con el paso del Cristo en la Cruz y María Magdalena y la Confraternidad de San Cornelio Centurión. La Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad y San Juan Evangelista portó el paso de La Piedad y cerraron la procesión los cofrades de La Soledad y el Santo Sepulcro, sin pasos.