PSM, PSOE y Unidas Podemos mantendrán esta tarde otra reunión para tratar de desencallar las negociaciones para reeditar el gobierno tripartito en Ciutadella. Tras la investidura de Joana Gomila, el pasado sábado, con los votos favorables de los tres partidos de izquierda, falta todavía cerrar el acuerdo, sobre todo después de que el PSOE decidiera en asamblea no aprobar la propuesta acordada y abriera la puerta a «estar o no en el gobierno». La entrada de Unidas Podemos en el gobierno se da por segura, después de que así lo refrendaran sus militantes.
En cuanto al pacto programático parece que no hay divergencias. Las discrepancias surgen a la hora de definir el organigrama del futuro gobierno. El principal escollo en estos momentos es qué partido debe gestionar el área de Servicios Sociales, que tanto PSM como PSOE reclaman.
El PSM quiere hacer valer su fuerza, con siete concejales frente a los cuatro del PSOE, además alegan a su favor que ya han cedido a los socialistas la primera tenencia de Alcaldía y que también tendrán que gestionar áreas problemáticas, que «nadie quiere». Los socialistas por su parte, que ya han visto que no tienen posibilidades de hacerse con el área de Cultura, esgrimen que se trata de un departamento que han dirigido estos últimos cuatro años, por lo que piden continuidad.
En cuanto al resto de áreas, parece que no hay tantos problemas. La propuesta baraja que el PSM se quede con la Alcaldía, Urbanismo, Hacienda, Cultura, Fiestas, Personal, Policía, y Medio Ambiente y Limpieza Viaria. El PSOE ostentaría la primera tenencia de Alcaldía, y las áreas de Promoción Económica y Turismo; Educación; Matadero, Cementerio y Salubridad Pública; y Deportes. Unidas Podemos, se quedaría con otra tenencia de Alcaldía, y las áreas de Transparencia, Comunicación y Nuevas Tecnologías; e Igualdad y Cooperación.
La alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila confía superar las divergencias con el PSOE, poder reeditar el tripartito y aprobar el nuevo cartapacio a principios de julio.
Pese a que los partidos afirman en público que las negociaciones al Consell nada tienen que ver con las que se entablan en Ciutadella, lo que es una realidad es que ambas están encalladas a falta de definir el organigrama. Y a pesar que nadie espera que Ciutadella se convierta en moneda de cambio de nada, resulta obvio que el devenir del pacto (o no) del Consell puede influir en las negociaciones de Ciutadella. En definitiva que si Més no entra en el gobierno del Consell, puede ha