Red Eléctrica está dispuesta a formar parte de los grupos de trabajo que se propongan para analizar el refuerzo de las garantías de seguridad del suministro, y, como operador del sistema eléctrico, se compromete a analizar con detalle toda propuesta que se le haga llegar en ese sentido, pero ya avanza que no acaba de ver viables y útiles las medidas extraordinarias que Endesa puso sobre la mesa el pasado jueves durante la visita institucional a las obras de acondicionamiento de la central de Maó.
El director de Operación de la compañía, Tomás Domínguez, entró ayer a valorar el contenido de esas propuestas encaminadas a incrementar la reserva rodante, la potencia de reserva por si falla algún grupo de la central térmica, y la instalación de generadores con una potencia estimada de 30 megavatios en la subestación de Ciutadella. En relación a la segunda, Domínguez aseguró que «nos sorprende un poco» y que es «bastante retador» el planteamiento, si se quiere que llegue en «un tiempo útil» y teniendo en cuenta que el objetivo es suplir la carencia de enlace submarino con Mallorca, inoperativo desde finales de octubre de 2017.
Argumenta que los trámites administrativos, las obras necesarias y el proceso para que Endesa logre que se le autorice (y remunere) la inversión hacen muy complicado que se pueda ejecutar antes de que terminen las obras del nuevo enlace. Están convencidos que el nuevo cable llegaría antes que los generadores que se reclaman para mitigar la mayor vulnerabilidad de un sistema aislado. «Es sumamente retador», reiteró.