La ruta entre Barcelona y Menorca, que ocupa la primera posición en número de pasajeros, se prepara para un nuevo invierno, y ya serán tres consecutivos, con una sola compañía. La aerolínea irlandesa Ryanair ofrece el último avión entre la Isla y la capital catalana el próximo 5 de noviembre y no retoma la programación de vuelos hasta el 29 de marzo, por lo que Vueling será un invierno más la única alternativa en la conexión más importante para los viajeros menorquines.
Para encontrar un invierno con competencia en la ruta hay que remontarse hasta la temporada baja de 2016/2017, que arrancó con los mayores niveles de competencia que se recuerdan. Entonces, además de Vueling, operaban la ruta Ryanair y Air Europa, aunque esta última dejó de volar entre Menorca y Barcelona el 16 de enero de 2017 y nunca ha regresado a una conexión que en invierno se consolida como el feudo de Vueling, que ha ido ganado mercado hasta hacer poco atractiva la ruta para el resto de compañías.
Ni tan siquiera Air Nostrum, que el pasado invierno hizo una muy tímida incursión en la ruta con algunos vuelos puntuales a partir del mes de enero, se anima el próximo invierno a programar aviones entre Menorca y Barcelona, una ruta para la que se solicita una declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) con el objetivo de imponer una tarifa de referencia que evite las subidas en días punta inherentes a una ruta en monopolio.