Los entidades pro refugiados Caravana Obrim Fronteres Menorca y Emergencia Frontera Sur Barcelona publicaron este jueves un duro comunicado en el que cargan contra el trato recibido por los diez inmigrantes llegados en patera el pasado 13 de agosto a la costa menorquina. En un texto difundido por las redes sociales, aseguran que han sido víctimas de una «persecución racista» por parte de instituciones, Policía y empresas navieras.
Representantes de estas plataformas se reunieron este jueves con el Consell para trasladarles las denuncias que han puesto negro sobre blanco en un manifiesto al que ya se han adherido 15 entidades de todo el país. En el mismo subrayan que los inmigrantes han sufrido una vulneración de derechos al no haber recibido información en un idioma y un lenguaje entendibles, no haber tenido acceso a una «asistencia letrada en condiciones», ni atención médica y social, ni a solicitar atención internacional. Consideran que los controles que sufrieron cuando trataron de embarcarse son «controles racistas» y que se ha revelado el «racismo policial y gubernamental» al llevarse a cabo una «aplicación radical» de la Ley de Extranjería, sin dar opción a recurrir para así efectuar deportaciones, «ahorrándose garantías democráticas».