Si el verano pasado las playas y el faro de Favàritx sufrieron un drástico descenso de visitantes por el cierre del acceso a los vehículos privados, este año ha sido peor. En los meses de junio, julio y agosto se han vendido para el acceso alternativo en el servicio de autobús un total de 12.428 billetes entre idas y vueltas, lo que arroja un balance de 6.214 usuarios, no llega a 68 personas al día. El año pasado el número de billetes vendidos en esos tres meses fue muy superior, un total de 17.692, por lo que el servicio que presta Autos Fornells ha visto descender casi un 30 por ciento el número de viajeros en un año.
Hay que tener en cuenta que el año pasado, en el que se vivió la misma situación –acceso privado restringido y ausencia de aparcamiento–, durante el mes de junio se ofertaron seis frecuencias diarias (seis salidas desde Maó y otras seis desde Favàritx), sin embargo, al llegar la temporada alta, en julio y agosto, la programación se amplió a 13 frecuencias. En cambio, este verano, en el que se ha ido postergando la previsión de apertura del aparcamiento, el número de frecuencias se ha mantenido en seis durante todo el periodo.
Son datos aportados por la empresa de transporte y facilitados por el departamento de Movilidad del Consell, desde donde, ya entrado el mes de septiembre, todavía no tienen decidido si abrirán el aparcamiento provisional este verano o si lo dejarán para el siguiente.
A día de ayer todavía no habían recibido la licencia de obras para habilitar un espacio con capacidad para 200 vehículos en las cercanías de la barrera de acceso a la finca de Son Camamil·la, donde ahora se obliga a dar media vuelta a los vehículos que a pesar de las indicaciones siguen intentando llegar a la zona restringida.
En el otro lado de la moneda se encuentra el servicio de autobús para acceder a las playas de Macarella y Macarelleta. El servicio ha ido ganado usuarios mes a mes en relación al año pasado y agosto no ha sido una excepción. La empresa Autocares Torres ha vendido un total de 31.922 billetes, 879 más que el año pasado, lo que supone un incremento del 2,8 por ciento.
La gran mayoría de los mismos se han vendido por internet, un total de 17.278, mientras que presencialmente, en el kiosco de venta, se han comercializado 14.346. Muy minoritarios son los usuarios que compran el pase sobre el autobús. Por esa vía se han vendido solo 998 billetes. El número de usuarios diarios en agosto ha sido de 515, lo que contrasta con los casi 68 de Favàritx.
Interessant debat aquest. Havia dit que ja em sembla bé que l'afluència s'autorreguli, ja sigui perquè no es vol pagar el bitllet de bus, o perquè no es pot aparcar a Maó. Ara afegiré una possible solució: si tan interessa que venguin turistes a Maó, que els posin un bus gratuït fins a Favàritx (finançat per l'impost turístic?), i que faci aturada a un aparcament a prop de l'accés a la carretera que hi condueix. Des d'allà un altre bus llançadera per recollir aquests visitants i aquells que venguin de fora de Maó, i dur-los fins a Favàritx. Ara bé, amb la limitació en el nombre de visitants que es desprengui d'un estudi seriós de capacitat de càrrega d'aquest lloc, més enllà del qual no es permeti l'accés. Qui matini més entrarà amb major probabilitat