La Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental (Abaqua) ha evitado, aunque por poco, un nuevo desierto en su intento por encontrar una empresa que se encargue de la retirada y el traslado de los lodos tóxicos de la antigua depuradora de Ferreries. Después de un primer concurso fallido, desierto, se incrementó el presupuesto de salida de la licitación, lo que ha logrado que se presente un único aspirante. Se trata de la constructora menorquina M. Polo SL, que realizará la tarea siempre y cuando la mesa de contratación constate que cumple con los requisitos establecidos en el pliego de condiciones.
El expediente se empezó a tramitar en enero de 2018, pero distintos reveses ha provocado la demora en la adjudicación de los trabajos. No es un contrato pequeño. Inicialmente se licitó por un importe de 1,9 millones de euros, impuestos incluídos, pero ante la falta de empresas interesadas con esta condiciones se tuvo que incrementar el importe hasta los 2,3 millones de euros, un 18 por ciento más.