Ni uno de los cuatro textos que se redactaron para condenar la violencia derivada del conflicto catalán se acabó aprobando en el pleno del Ayuntamiento de Maó del jueves. La propuesta inicial fue presentada por el PP la semana pasada, el PSOE registró unas enmiendas, ambos acordaron durante la misma tarde un tercer texto, y Ara Maó fue el autor del cuarto, aunque la urgencia de su moción no fue aprobada, en buena parte porque su socio en el equipo de gobierno no la apoyó.
Ante las detalladas enmiendas a la propuesta del PP registradas por el PSOE por la mañana, ambas partes quedaron para reunirse poco antes del pleno para buscar una texto acordado en todos sus matices. En la retina de ambos, los puntos aprobados por los dos partidos hace unos días en el último pleno del Consell sobre la misma cuestión. No va mal. Solo un punto de los siete de la propuesta genera una discrepancia irresoluble. El resto, adelante. Se comenta que ni PSOE ni PP apoyarán la urgencia de la moción presentada in extremis por Ara Maó, el primero por las formas y el segundo por el fondo.
Pero antes del pleno, el alcalde Héctor Pons, que no había participado en la reunión (lo hizo María José Camps), explica a Águeda Reynés que quiere aceptar la urgencia de la moción de Ara Maó, con la voluntad de alcanzar un amplio acuerdo. El PP lo rechaza porque «no era eso lo que hablamos». El PSOE asegura que una cosa no iba condicionada por la otra. Finalmente, se rompe el acuerdo bilateral. El PP no acepta el juego a dos bandas. El PSOE no quiere renunciar a integrar a todos los partidos y como no hay forma de avance posible hacia esta opción, «todos fuera».
Pero, una vez en el pleno, el PSOE se abstiene sobre la urgencia de la moción de Ara Maó, lo que descoloca al PP, que acaba presentando en forma de enmienda el texto que había acordado horas antes con el PSOE. Los socialistas lo rechazan, al igual que Ara Maó. Luego se vota la propuesta inicial del PP, con idéntico resultado. Solo contó con el respaldo de Ciudadanos.