El tramo más peligroso del Camí de Cavalls, el que salva los cinco kilómetros de distancia entre Maó y Sa Mesquida por una transitada carretera sin arcenes y con numerosas curvas, contará con un camino alternativo la próxima temporada turística. El Consell y el Ministerio de Defensa están ultimando un acuerdo para el uso público de una vía existente en los terrenos de la base militar de Sant Isidre, que permitirá a los senderistas distanciarse de los coches y cubrir sin riesgos el primer tramo del popular camino de ronda.
Las conversaciones a tres bandas entre las autoridades militares, el Consell y el Ayuntamiento de Maó vienen del pasado mandato, cuando la alcaldesa de Maó era Conxa Juanola y Miquel Preto, el conseller de Movilidad. De hecho en el año 2017 desde la Asociación de Vecinos de Sa Mesquida hicieron llegar a las autoridades su honda preocupación por las situaciones de riesgo que vivían a diario en los meses de verano. Entonces el Consell barajaba la complicada opción de hacer un carril bici que protegiera a los viandantes; sin embargo, la necesidad de ordenar expropiaciones iba a retrasar la solución sine die y finalmente se ha optado por una alternativa menos costosa mientras se buscan vías para consolidar una solución definitiva para el polémico tramo del Camí de Cavalls.