El año 2019 ha supuesto un cambio de tendencia en el negocio turístico. Por primera vez desde el año 2014, el volumen de dinero que los turistas se han dejado en sus vacaciones en Menorca a lo largo del año, 1.367,87 millones de euros, es inferior al de un año antes, en concreto 15,48 millones menos, un descenso del 1,2 por ciento que no va en consonancia con el conjunto de Balears, donde el gasto turístico se ha elevado un 1,62 por ciento, más allá de los 16.300 millones de euros.
A pesar del descenso en el desembolso vacacional, las cifras registradas en 2019 son las segundas más altas de la historia y representan un incremento considerable en relación al año 2016, el último con la metodología actual de la encuesta Egatur, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ese año el balance de enero a noviembre (diciembre registra un gasto residual) fue de 1.166,28 millones de euros, lo que supone que los valores actuales son un 17,3 por ciento más elevados que los del año de referencia.
El análisis en función del origen de los turistas revela que el gasto de los visitantes nacionales se ha elevado en 11,89 millones, un 3,5 por ciento; mientras que el de los turistas extranjeros ha descendido en 27,37 millones de euros, un 2,61 por ciento. Los visitantes de más allá de las fronteras nacionales suponen el 74,6 por ciento del gasto turístico global, un total de 1.020,71 millones por los 347,15 de los turistas españoles.
El año 2019 también ha dejado un comportamiento dispar entre el gasto incluido en paquetes vacacionales y el que los turistas realizan al margen de turoperadores y agencias. Por el primer concepto se ha registrado un desembolso de 464,43 millones, un 9,16 por ciento menos que en 2018. Por el segundo, el gasto ha sido de 903,43 millones, un 3,6 por ciento más. El mayor incremento del gasto no paquetizado se ha registrado en el alojamiento, seguido del transporte y del dedicado a actividades.