La asignación del centenar de amarres que se prevé habilitar en los próximos meses en la zona de Es Castell ha conllevado una reducción significativa de la lista de espera que gestiona Autoridad Portuaria de Balears en el puerto de Maó y que acaba de hacer pública. Estos puntos de atraque para pequeñas embarcaciones de recreo todavía no están activos, pero desde este organismo se espera que se puedan utilizar dentro de un breve espacio de tiempo. Se trata en concreto de los amarres que se crearán tanto en el recuperado y ampliado muelle de Ses Figuerasses como en la pasarela, que todavía se está construyendo, entre Moll d'en Pons y Cala Corb. Esta última infraestructura acumula ya un cierto retraso por un cambio en la técnica empleada, que obligó incluso a paralizar los trabajos de forma momentánea para modificar el contrato.
Los titulares de estos futuros amarres ya han dejado de formar parte de la lista de espera, que por este motivo ahora mismo integran 128 personas, cincuenta menos que el pasado mes de julio y 65 menos que hace un año. Cabe recordar que con la incorporación de los nuevos amarres de la zona de Es Castell, los puntos de atraque de gestión directa por parte de Autoridad Portuaria de Balears, que son aquellos destinados a esloras más reducidas, superarán el millar.
El ritmo de entrada de peticiones para estos amarres, a los que pueden optar embarcaciones no profesionales de menos de ocho metros de eslora, continúa siendo importante. En la lista de espera actual constan 41 peticiones de puntos de atraque formalizadas entre el 1 de agosto de 2019 y el 7 de enero de 2020, una cifra que mantiene aproximadamente el ritmo de los siete primeros meses del año.
Cabe recordar que el orden cronológico de entrada es solo uno de los criterios que se emplean para la adjudicación de los amarres que van quedando libres, ya que además se valora que la embarcación se ajuste al máximo al espacio disponible.