La estacionalidad del comercio, las compras online o la liberalización de las rebajas convertidas en una constante ponen de manifiesto una cuesta de enero que muchos comercios ni siquiera se plantean subir. Cierran sus puertas cada año durante más meses de invierno y focalizan la oferta hacia un único público, el turismo.
Los comercios piden ayuda
La tendencia a abrir menos meses es común entre los comerciantes pero quienes aguantan todo el año piden ayuda. Desde Ascome (Asociación Empresarial de Comerciantes de Menorca), «hemos pedido en varias ocasiones la rebaja del IBI a los comercios que se mantengan abiertos todo el año a nivel municipal y a nivel Gobierno central sería conveniente una reducción de los seguros sociales», afirma Vicente Cajuso, presidente de la asociación, quien también declara que «vemos que hace años no cerraba ninguno en invierno, luego algunos cerraban dos meses y ahora vemos que cada vez son más y que cierran más tiempo, algunos cinco meses», afirma. Un hecho que declara como «preocupante porque a nivel económico hay menos trabajo, el comercio se enfoca más al turismo y crea una mala imagen para los pueblos». Una opinión secundada por Macià Coll, representante de Ciutadella Antiga, quien afirma que «lo fácil es cerrar esos meses», lo que significa que «los negocios que están abiertos hacen un esfuerzo para trabajar todo el año y contribuyen a la vida del pueblo, si no se convertiría en un pueblo triste».